Estudio del CDC sobre la violencia en pareja

Una de las ideas más extendidas sobre la violencia en pareja es que casi todos los maltratadores son hombres heterosexuales, y casi todas las víctimas son mujeres heterosexuales. Cualquier otra combinación (nos dicen) es una rareza que ocurre muy de vez en cuando, de forma excepcional.

Hoy he podido echarle un ojo al estudio que hizo el CDC en 2011 sobre el tema. El CDC es la institución estadounidense de referencia en cuanto a prevención de problemas de salud pública, y la influencia de este estudio es tan considerable que el propio presidente Obama se basó en sus datos para el discurso que dio en los premios Grammy de 2015.



El estudio consistió en 14.000 entrevistas telefónicas, durante las cuales los participantes respondieron preguntas sobre qué conductas violentas habían sufrido a manos de alguna pareja a lo largo de su vida o específicamente durante el año anterior.

El gráfico siguiente muestra el número estimado de víctimas en 2011 y su proporción por sexo, y contradice duramente la narrativa según la cual el maltrato lo ejerce un sexo y lo sufre el otro.



Veamos los resultados un poco más de cerca:


Violencia psicológica


El CDC estima que el 12% de la población sufrió algún tipo de maltrato psicológico a manos de su pareja, y que el 55% fueron hombres.



El primer subtipo es la violencia de control (es decir, los comportamientos destinados a vigilar, controlar o intimidar a la pareja) y el 58% de sus víctimas fueron hombres. El segundo es la violencia expresiva (es decir, los insultos y humillaciones) y en este caso las víctimas más frecuentes fueron mujeres, con un 53% de los casos.


Violencia física


El CDC estima que el 3% de la población sufrió algún tipo de maltrato físico a manos de su pareja, y que el 53% fueron hombres.


Si os fijáis en la gráfica, parece haber dos tipos de maltrato: uno simétrico (sufrido por igual por ambos sexos) y otro asimétrico (sufrido principalmente por las mujeres).

Entre los maltratos simétricos tenemos bofetones, empujones, puñetazos, patadas y golpes con objetos contundentes. Todos ellos (excepto los empujones) los sufreron más hombres que mujeres, aunque por poca diferencia.

Los maltratos asimétricos fueron también los menos frecuentes pero los más extremos en su violencia: asfixiarla, darle palizas o estamparla contra algún objeto. Algunos de ellos tienen un 100% de víctimas femeninas: esto no significa que no existan las masculinas, sino que al ser tan poco frecuentes estos tipos de maltrato, el número de víctimas masculinas quedó por debajo del margen de error del estudio.

Cabe destacar que todos estos tipos requieren del agresor una personalidad anormalmente agresiva, pero también una superioridad física respecto a su víctima. No sé hasta qué punto contribuye cada punto a esta asimetría.


Violencia sexual





Con la violencia sexual pasa algo curioso: tenemos la categoría violación (sufrida exclusivamente por las mujeres) y la categoría forzado a penetrar (sufrida exclusivamente por los hombres).

Las dos son básicamente lo mismo: personas que se han visto obligadas a mantener relaciones sexuales, sin dar su consentimiento, e incluyendo a las que estaban inconscientes o incapacitadas por el consumo de drogas o de alcohol. La diferencia es nominativa:

  1. Si durante el acto se penetra a la víctima (es decir, si es mujer) lo llaman violación.
  2. Si durante el acto no se penetra a la víctima (es decir, si es hombre) lo llaman de otra forma.

Si lo llamaran igual, las notas de prensa y titulares tendrían que decir que hombres y mujeres son víctimas de violación por igual. Al darle nombres distintos y excluir el segundo tipo de las notas de prensa, puede transmitirse la idea de que solo la sufre la mujer.

El estudio incluye otros tipos de violencia sexual. Está la coacción sexual, que son las relaciones sexuales obtenidas mediante el chantaje emocional, las amenazas (por ejemplo, con extender rumores o abandonar la relación), las mentiras y falsas promesas, o incluso las muestras descontento ante la negativa de la pareja. Esta categoría es similar a la violación y más frecuente, y sí afecta principalmente a las mujeres, que componen un 63% de las víctimas.

Por último están las experiencias no deseadas, con contacto (besos o tocamientos) y sin contacto (por ejemplo ver el cuerpo de la pareja o vídeos explícitos sin haber consentido) antes. La primera sufrida por unas pocas mujeres y casi ningún hombre, y la segunda padecida por más gente de ambos sexos.


Acoso



Según el CDC fueron víctimas de acoso las personas que:
  1. Experimentaron alguna de las tácticas presentadas en su test (por ejemplo recibir correos o chats no deseados, o que alguien no deseado los observara, los siguiera o se presentara en su casa o en su lugar de trabajo).
  2. Sin haber experimentado ninguna de esas técnicas, temieron por sí mismas o por alguien cercano.

Esta categoría se compone sobre todo de mujeres, pero al no estar desglosadas no hay forma de saber cuántas de ellas sufrieron realmente estas técnicas y cuáles no.

Y bueno, básicamente esto es lo que viene a decir el CDC. Espero que lo comparéis con lo que os suelen contar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Guardian pide no encarcelar a las mujeres que delincan